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lunes, 11 de mayo de 2020

Naranja y Ginebra

Quería escribir pero no podía...
Escribí sin mucho pensar
Recuerdos acuerpados en tus ojos veo.
Fantasmas venían por segundo cual luciérnagas del aquel recuerdo, de aquel precipicio.
Una silla para Dios y mil mariposas amarillas nublaron cada deseo.
No existe quien ama más o quien ama menos, solo existen imposibilidades que colapsan y se aman, que se quebrantan y se abrazan para no derrumbarse, que se acompañan.
Existimos, aquí, allá, no importa ya.
Son amarillas las ilusiones, son frías, son de romero, naranja y ginebra.


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